Por qué la tecnología de radar es una buena opción de detección

Si pensamos en las diferentes tecnologías de sensores, los sensores fotoeléctricos y ultrasónicos han sido la opción elegida durante muchos años, siendo LiDAR una opción más reciente. Aunque éstas son apropiadas para muchas aplicaciones, hay otra tecnología que puede superar a las demás en un número sorprendente de situaciones: el radar .

La tecnología de radar envía ondas electromagnéticas desde un emisor, rebotan en un objeto y vuelven a un receptor. El tiempo que tarda la señal en rebotar se mide y se utiliza para determinar la distancia, la posición y la presencia de un objeto. Como los sensores de radar utilizan ondas electromagnéticas en la gama de frecuencias de microondas, tienen capacidades que otras tecnologías de sensores no tienen, entre ellas:

• ignorando muchas condiciones ambientales
• detección a través de plástico y vidrio, incluidos los cerramientos
• no se ve afectado por el color o el acabado del objeto
• detección a larga distancia
• centrarse en determinados objetos e ignorar otros

Los distintos sensores de radar funcionan a frecuencias diferentes. Los radares de baja frecuencia pueden detectar muy bien objetos como coches, trenes, camiones y otros objetos de metal. Los radares de alta frecuencia pueden ver una gama más amplia de objetos, incluidos los de cristal, plástico o materiales orgánicos. El radar también es más robusto que los sensores ultrasónicos y de otro tipo, especialmente en exteriores debido a su capacidad para ignorar las condiciones meteorológicas ambientales.

Los sensores de radar no se ven afectados por la mayoría de las condiciones ambientales, y su señal atraviesa precipitaciones como la nieve, el aguanieve, la niebla y la neblina, y el polvo arremolinado. Al ser impermeable al viento y capaz de funcionar en una amplia gama de temperaturas, el radar puede utilizarse en entornos extremos. Esto hace que el radar sea ideal para muchas aplicaciones en las que las condiciones ambientales pueden plantear problemas a otras tecnologías de sensores, como pérdida de señal o lecturas incorrectas.

El radar no sólo penetra en el clima ambiente. También puede atravesar el plástico y el cristal, lo que las convierte en una solución excepcional para los cerramientos. Aunque el cristal o el plástico estén opacos o sucios, el radar puede detectar lo que hay al otro lado.

Muchas aplicaciones comunes pueden aprovechar la capacidad de paso del radar, como:

• posicionamiento de vehículos en túneles de lavado automatizados con oscilaciones extremas de temperatura, niebla, vapor y agua pulverizada
• comprobación de la presencia de vehículos en drive-thrus con tiempo cambiante
• detección de vehículos en estaciones de recarga de vehículos eléctricos al aire libre
• control externo de líquidos corrosivos en depósitos

Otra área en la que los sensores de radar son una excelente opción de detección es cuando se trata de artículos que tienen diferentes colores, acabados o superficies irregulares. El radar puede detectar fácilmente varios objetos de distintos colores. Tanto si el acabado es brillante, mate, reflectante o metálico, un sensor de radar puede conocer la ubicación exacta de un objeto. Los objetos con superficies curvas, espejos o ventanas también pueden ser reconocidos con fiabilidad por los sensores de radar que utilizan un ángulo de haz amplio, una ventaja exclusiva del radar. Los haces más anchos aumentan la probabilidad de que partes del haz emitido se reflejen en el receptor.

Entre las aplicaciones con superficies variables en las que el radar puede ayudar se incluyen:

• identificación de ruedas metálicas curvadas en una planta de montaje de automóviles
• detección de la presencia de vehículos de pasajeros para mostrar las plazas de aparcamiento disponibles
• seguimiento de la llegada y salida de camiones de diferentes formas y colores en los muelles de carga
• evitar colisiones entre vehículos aeroportuarios de apoyo en tierra y superficies curvas de aeronaves

Muchos sensores tienen alcances relativamente cortos, lo que está muy bien para muchas aplicaciones. Sin embargo, en algunas situaciones puede ser mejor utilizar sensores de radar de largo alcance . Para la detección de largo alcance, el radar detecta con precisión a distancias de muchos metros, utilizando un flujo constante de ondas para detectar continuamente objetos en un área determinada.

Los sensores de radar de largo alcance son muy útiles en aplicaciones con grandes objetos en movimiento, por ejemplo:

• seguimiento de varias posiciones del tren en un patio de maniobras sucio
• seguimiento, a través del viento y las olas, de los distintos tamaños y formas de los buques de que entran y salen de los puertos
• evitar colisiones entre grandes pórticos o grúas puente en almacenes o muelles
• proporcionar orientación y detección de ángulos muertos a los operadores de la gran maquinaria minera para que puedan manipular los equipos con seguridad